Estuve por Siria hace ya un cierto tiempo, cuando todavía la dictadura no se tambaleaba. Por supuesto pasé por Alepo. Y nada más llegar me sorprendió el tamaño de la fortificación que se eleva encima de colina, y no solo eso, sino la enorme red de pasadizos, túneles y catacumbas que estaban bajo tierra.
Cuando entré en la citadela me encontré en un ambiente distinto, en una época diferente: las callejuelas eran sinuosas, al norte había sinagoga antigua y en el medio un anfiteatro. Curiosamente me costó comprobar que no había ningún elemento moderno allá dentro que me situara en el presente.
Cámara: Leica lux c-3
Siria, primavera 2010
T.B.R
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